¿Cómo hablar de las pasiones de la
vida, de los desamores y de la misma angustia sin nombrarlos?, ¿cómo hacerlo
sin caer en la descripción lineal y a la vez absurda, tratándose de una poesía
impulsada por la fuerza creativa propia del poeta? Tal la propuesta de Cecilia
Galeano en estos 32 poemas breves, su primer poemario publicado. Es así, como
la autora, sin otra alternativa, habla no en demasía, y sugiere sin precisar.
Los poemas, en rigor, no presentan grandes complicaciones, ni temáticas, ni
formales. Sus claves están atenuadas, buscan apenas la complicidad del lector
para la pausa y la contemplación. Y es así como con inteligencia, los versos se
tejen a favor de la indeterminación. El libro delinea, minuciosamente, la
solidez de la ambigüedad. "Un cielo quieto suena en los ojos/ ando tu
herida de árboles azules/ de tu costilla viene a nacer la flor perdida/ y en
lentos círculos/ lo que regresa y regresa/ se anuda/ y es dulce aliento en lo
que no somos."
Imágenes donde el dolor y la lucidez se
racionan. Y también imágenes y resultados en los que alguna esperanza breve (y
bella) asoma. Poesía sin artilugios ni falsas ornamentaciones. Poesía para leer
y releer. Dice: "La medusa / trae un leve resplandor/ un halo/ un rumor de
flores", para agregar en otro poema: "… No importa/ si somos/ hueso/
o / luz…".
Cuidadosa en el ritmo, por momentos
exacto, de relojería, como ocurre en su poema Donde: "Las cigarras insisten entre las tumbas/
arreglo las flores/ como si fuera tu pelo/ te hablo (donde no estás)/
campanitas y fresias/ el color/ borra tu nombre/ en la pizarra." Pequeñas
escenas montadas en el corazón de los sentimientos. Parquedad y apasionamiento.
Detrás de esa melancolía subyace un canto de amor por la vida.
Los poemas, en rigor, no presentan
grandes complicaciones, ni temáticas, ni formales. Sus claves están atenuadas,
buscan apenas la complicidad del lector para la pausa y la contemplación. Y es
así como con inteligencia, los versos se tejen a favor de la indeterminación.*
*Augusto Munaro
(**) Cecilia Galeano es correctora
literaria; se dedica también al diseño gráfico y a la fotografía. Colaboró con
textos para El libro de los niños mágicos, de Mauricio Pavón, artista visual, y
para el libro Miradas 2010-2013, del fotógrafo Tomás Casares. Publicó junto a
Guillermo Soppe y Nicolás García Sáez, Contra Goliats.
El texto, publicado en el diario ¨El Litoral¨, se puede leer también aquí abajo:
https://www.ellitoral.com/opinion/parquedad-apasionamiento_0_6t7KvQOLns.html