jueves, 17 de noviembre de 2022

LA LUPA EN OLIVERIO / TELAR / OLGA BARZOLA

Narrar es más que una secuencia semántica, es hallar en esos elementos lingüísticos la proximidad de nuestra frecuencia interna, es desgranar parte de esa singularidad que nos da forma. Lo que se dice estuvo flotando primero en nosotros, para transfigurarse y reflejarse en trazos que son un espejo. Porque existe una conexión intrínseca entre lo vivido y lo plasmado en el papel, la misma que siente el río con el subibaja de su corriente. Cada uno de los renglones surge de una vibración íntima, encuentra y reúne en su cauce pensamientos que no tienen clausura, sino que se inician fundados en preguntas y confluyen en palabras que intentan evocar respuestas. La mayoría de las expresiones tienen de fondo la presencia ancestral de la luna, porque fueron escritas de noche. Tal vez por eso se nutren de los sentidos, pero se anclan profundo en las emociones, insistiendo en traducir y poetizar el crudo de su lenguaje. Hubo una voz medular que fue la de Nicolás García Sáez, quien, desde una correspondencia que circulaba por diferentes aristas virtuales, tendió su origen y auxilio para que yo creyera que era posible definir un libro. Ese fue el impulso y la punzada necesaria para que desde estas orillas se fueran tejiendo y ordenando las letras que, en su conjunto, componen este discurrir, situado sobre un paisaje que nombra lo humano, porque incursiona en temas que son sustantivos para nuestra condición de viajeros. Y en ese tránsito la vida continúa desplegando su pequeño grano de eternidad, tal como en el hueco de la palma de la mano, dejando siempre espacio para que ingrese la luz de nuevos relatos.

Olga Barzola, prólogo de la autora