Y es que, me dirá usted, se lo digo yo, por ahora no nos queda otra. Es lo que hay. En la cancha se ven los pingos. ¡Pero el tema es que todas las canchas están clausuradas! Y los pingos, junto a infinidad de animales y aves e insectos, andan todos sueltos, como nunca, ocupando nuestros contaminantes lugares, pululando por las calles y las avenidas. Mientras tanto, se intenta buscar una solución global al Monotema.