La nueva poesía, la poesía que se escribe en el presente, juega a dudar de sí misma porque ya no está sujeta a la forma, las corrientes o las generaciones. Como los unicornios, nos fiamos de lo que nos cuentan de ella, y le inventamos entre todos un nombre y una forma. Neptuno y las Faunas es la irrepetible aportación de su autor. Él juega a no hacer poesía en el acto de hacerla, y así es jugador y poeta.*
*Fragmento del prólogo de Rebeca Tabales