Pequeña, huele a nube que se entrega / a empapar de primaveras viejos pastos…. / Vaguada, manantial, torrente o lago, / se derrama y lo que bebo / sabe a siempre y a milagro…
Descreo que en un tiempo fuera barro, / polvo y agua entremezclados / por el viento de los hados, / que jugaban a ser libres, / y a crearnos, y a encontrarnos….
Por la zona del ensueño bajé hoy, / a buscar de mí lo eterno… / sólo el grito de la especie / le abre en surco el interior, / se hace luz, y yo... /despierto, en los umbrales de mi
otoño, / entre olores concebidos / por el ánima del sueño…
El silencio de la noche / se hizo hueco y fue mujer, / labios, piel, gemidos... / /bañada en flujos cálidos mi
boca, / silabea gota a gota, lo
que escribo. / descubro mi sonrisa y
luego digo:
-“Viejo loco, bajó un ángel, / y vos estabas dormido”.*
* Miguel Ángel Solá
Fragmento de un poema perteneciente a
la duodécima entrega de ¨Vida, obra, sexo y arte de Alberto Carlos Bustos,
municipal y pájaro¨, publicada en el blog de Los Verdes Platónicos
La duodécima entrega completa
puede leer acá:
https://losverdessonlosverdes.blogspot.com/2022/04/vida-obra-sexo-y-arte-de-alberto-carlos_30.html