Pero no deja de ser llamativo, por despertar
algunos ecos renuentes en medio de tanta quietud y silencio impuestos por los gobernantes
de turno, un ruido que tiene que ver con el aura perdida, el alma estancada, o
al menos congelada, en preocupante stand by, un algo clonado que sí, es fruto de
buenos talentos, que sí, en muchos casos vienen con la mejor intención, pero
que no dejan de subrayar un sabor triste y melancólico.