- Y allí comienza el mito de quien fue amigo de Duchamp y vivió siempre sin un centavo en el bolsillo y cuyas obras, hoy (un cuento tan típico, reiterado, injusto en la historia de la humanidad) valen fortunas y son expuestas en célebres galerías y en varios de los museos más importantes del mundo. //// ¿Qué expectativas (ilusiones/emociones/sensaciones) tenías en aquel año 2000 acerca del documental que querías realizar, que sucedió en el medio y que sentís ahora con el resultado de tu propia obra, ya finalizada, sobre la figura de Alberto Greco?
El primer impulso que me llevó a querer realizar un documental sobre Alberto Greco fue dar a conocer su extraordinario trabajo y transmitir su entusiasmo de búsqueda en el arte. También sentí que se le debía un lugar. En una primera instancia, el documental iba a ser un corto animado que narrase las acciones de Greco y las preguntas que me surgían a partir del arte vivo. La animación se iba a desarrollar sobre un rollo de papel, como el “Gran Rollo Manifiesto del Arte Vivo-Dito” (cuya esencia y significado es el de señalar vivencias/vivo con el dedo/dito) que Greco había realizado en 1963, en Piedralaves, y, según él mismo: “ el testamento más importante que un hombre vivo puede hacer”. La investigación fue bibliográfica, de análisis de las obras, de las cuales muchas eran testimonios, también investigaba haciendo dibujos.
Diálogo / reportaje con Nicolás García Sáez