Die Statue
fragte:
-Existiere
ich? (1)
Het
(stand) beeld vroeg:
-Besta
ik? (2)
La estatua preguntó:
-¿Existo?
Sagte
die vom Maler gerade kreierte Figur:
-Ich existiere
(1)
Het
(stand)beeld, net gemaakt door de schilder zei:
-Ik
besta
(2)
Dijo la figura recién creada por el
pintor:
-Existo
He was the last
hermit, and still, he never felt lonely.Dawns, dusks, the night and the day
were his friends. A sprout, a flower, a tree. The colors of the sky, the
climates and their temperatures. The moon was his woman; his shelter the silver
light she emanated. His lovers were all the harvests that would bring about
rains. His parents could be found amid time, and his children among the ones he
had never had. (3)
Era el último ermitaño y, aún así, nunca se sentía solo.
Sus amigos eran los atardeceres, los amaneceres, el día y la noche. Un brote,
una flor, un árbol. Los colores del cielo, los climas y sus temperaturas. Su
mujer era la luna, su abrigo la luz plateada que de ella emanaba, sus amantes
todas las cosechas que luego traerían las lluvias. Sus padres se encontraban
entre el tiempo y sus hijos entre los que nunca había tenido.
יש מקום בפטגוניה שבו למים יש כחול של שמיים בלתי אפשריים, כחול שלא נראה כמותו. אגן הזה, החבוי באמצע הרי האנדים, נותר מחוץ להישג ידו של האדם, ומעבר לציפורים, חרקים ובעלי חיים, העדים המיוחסים היחידים לתופעה זו היו הטבע, ימיו ולילותיו, המתמזגים בין טורקיז לשחור, שוכבים בשמיים, כנראה ישנים, עד שהם הופכים לנוזלים שעפים על המים, מזון שישתו על ידם, האלפים, עדים שאפילו לא תועדו על ידי חרקים *
* (4)
Hay un lugar en la Patagonia donde el agua
tiene el azul de un cielo imposible, un azul nunca visto. Esta olla, escondida
en el medio de los Andes, ha permanecido fuera del alcance de los humanos y,
más allá de los pájaros, los insectos y los animales, los únicos testigos
privilegiados de ese fenómeno han sido la Naturaleza, sus días y sus noches,
derritiéndose entre turquesas y negros, extendidos en el cielo, aparentemente
dormido, hasta transformarse en líquidos que vuelan sobre el agua, alimentos
que serán bebidos por ellos, los duendes, testigos que ni siquiera han sido
registrados por los insectos.
Traducción al
alemán (1): Ximena Romero
Traducción al
holandés (2): Eric Vanthillo
Traducción al
inglés (3): Lola Hernández
Traducción al
hebreo (4): Sissi Pagani
Textos en castellano: Nicolás García Sáez, de su libro ¨Breve
cuaderno de las epifanías¨