Desde el mullido lecho, junto a la ventana, la
cala lo distrajo: pura perfección / Su tallo la sostiene elegante , de pie, en
el atril, torrente de plenitud, intransferible y voraz. Escucha su corazón
correr hasta el fuego, mudo en su efímera verdad / El tiempo queda embargado
bajo el sol / Un diario afirma lo que ayer negaba, exhibe hoy la otra versión,
lo más cercano queda borrado y todo lo que vino después, con cápsulas, sobre
alguna historia que no fue, diluyen el dolor, ahora cuerpo de luz en aquel recuerdo,
retazos de un amor.