Amanece
mientras llueven
los fragmentos
de un cielo azul
con el velo
tenue y lento
fresco, inquieto
de un año que se va
tal vez para siempre
como un recuerdo helado
añil, turquesa
como un presagio
vacío y blanco
detenido
como un grillo
que enmudece
como un sol
un poco agotado
como el fuego
que hace
y se deshace
explosivo
tenso y raudo
por los siglos
de los siglos
y amén