Hay
visionarios. El Eternauta se adapta a una invasión marciana, como la que ideó
ese genio maravilloso de Orson Welles, o al fratricidio cometido por la junta
militar, o esto, que no tiene grupos de tareas visibles pero tumba al mundo, lo
arrodilla, lo tortura y nos desaparece, solos, al cuidado de nadie conocido o
querido. Todo tiene un común denominador: el hombre es el único animal que
genera basura en todo el planeta Tierra y zonas de influencia.